Diamante
Afirmar que soy de mi ser y no de nadie, que la amistad es un paréntesis en medio del texto y la pareja el paraguas bajo el que apenas cabemos para seguirnos asombrando.
Que somos el lugar mientras algo se gesta, incluso alguien, mientras su alma adquiere el cuerpo para habitar la tierra.
Nada ni nadie es nuestro, aunque nos atraviese para servir en el mundo, así nos empeñemos en llamarle hijo.
Nada ni nadie nos pertenece, aunque le hayamos imaginado, dado forma, mantenido o cultivado.
Trata de contener un sorbo de agua entre las manos
de retener la última inhalación en tus pulmones,
de contener una carcajada, el nudo que se anuncia en tu garganta llanto.
Este baile que es la vida exige el vacío posterior a dar un paso para alistarse a soltar al escenario el que es siguiente e inspira a que otro se anime a la coreografía divina, que no existe si no hay tantxs.
Cada paso es la unidad de un proceso nutritivo que tiene lugar en la oscuridad de un inframundo y se abre camino, mientras recorre un canal que no conoce, hasta abrirse cual flor fecunda, bajo un sol incandescente que lo anuncia jugoso, refrescante y placentero fruto.
Somos solos y de nadie, diamante en bruto
una misteriosa forma pura cristalina de carbono
que exige una disciplina para el refinamiento
hasta imaginar el sólido platónico que resuma su sentido: el de conectar en su geometría la tierra con el cielo.
Source: http://cantalicia.blogspot.com/2025/05/diamante.html